domingo, 7 de enero de 2018

INACTIVIDAD FÍSICA Y ENFERMEDADES CRÓNICAS

Según la FISSAC, una asociación formada por Adrián Castillo Garcia, Javier S. Morales Rojas y Pedro L. Velenzuela Tallón, todos ellos profesionales en el ámbito de las Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (CAFYD), nos afirman, al igual que muchos estudios, que el tener una vida sedentaria y una inactividad física, está relacionado con al menos 35 enfermedades crónicas diferentes. 

La Organización Mundial de la Salud afirma que: la inactividad física, ocupa el cuarto lugar entre las principales causas de mortalidad a nivel mundial y hablando de datos, se estima que al menos 3,2 millones de personas mueren en consecuencia de la inactividad física. 

En esta imagen elaborada por la FISSAC, se expone la inactividad física y las 35 enfermedades crónicas que conlleva: 




martes, 2 de enero de 2018

EJERCICIO Y LA DEPRESIÓN

La depresión según la OMS es uno de los trastornos mentales más comunes que afecta en el mundo, alrededor de 300 millones de personas, mayoritariamente afecta a más mujeres que a hombres y el rango de edad más común es entre los 15 y 30 años, siendo además el rango donde ocurren más suicidios debido a ello.

Uno de los numerosos tratamientos contra la depresión y que científicamente está probado que no únicamente ayuda a remitirla, sino que también ayuda a que la probabilidad de desarrollar una depresión se reduzca, es el ejercicio físico y el deporte.
Esto es debido a que el deporte regula el metabolismo y regulación hormonal liberando unas hormonas denominadas endorfinas o lo que comúnmente se denomina “hormona de la felicidad”, lo que se relaciona con esto es uno de los factores que causan depresión, el factor psicológico, ya que esta hormona afecta al cerebro y nos otorga una sensación de placer y relajación una vez se acaba el ejercicio aumentando nuestra autoestima. Además si el ejercicio o el deporte son acompañados o en colectivos, nos provee de un aumento mayor de dicho placer, por la competición y la cooperación con otras personas, lo que se relaciona con otro factor que predispone la depresión, el social.
Numerosos estudios entre revisiones bibliográficas y ensayos clínicos demuestran la promoción de la actividad física y el ejercicio como método para reducir la probabilidad de desarrollar una depresión. Algunos ejemplos de dichos estudios, donde se ha recogido el efecto del ejercicio contra la depresión en un rango de edad que abarque desde la adolescencia hasta la senectud son estos que recogemos aquí abajo:

Primer estudio: Regulación emocional y práctica deportiva competitiva en adolescencia.



Segundo estudio: Los efectos de la actividad física en los síntomas depresivos y la calidad de vida en residentes ancianos: ensayo control aleatorio. 

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28110207  


Como conclusión, podemos verificar el beneficio del ejercicio físico como un tratamiento y método de prevención de la depresión, aumentando la autoestima de los individuos, sea cual sea su edad, pero siempre observando las limitaciones que acarrea cada persona y edad.